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NICARAGUA - 2008

Primer dia por la selva (8 sep)

Primer dia por la selva (8 sep)

Madrugamos bastante al día  siguiente ya que hemos quedado con D. Diego, indígena que conoce la selva como la palma de su mano y será el quien nos lleve a visitar los productores que es lo que hemos venido a hacer.  Sin él sería imposible llegar a ningún sitio porque aquí lo más fácil es perderse.  Yo que presumo de orientación, a veces cuando nos adentrábamos en el bosque donde casi no había luz dejábamos una senda por otra, y un atajo tras otro, me daba la sensación de que estábamos dando vueltas al mismo sitio constantemente, pero no era así, D Diego conoce muy bien el lugar.  También en ocasiones contábamos con la ayuda de los indígenas del lugar, que nos indicaban el camino más rápido o el mejor paso sobre ríos para llegar a nuestro destino, todo gracias a las amistades que D Diego mantiene por todo el lugar.

 

Los paisajes son increíbles.  Y de una diversidad enorme, ya que cambia el paisaje en cada momento.  El caminar es duro ya que llevamos botas de hule (agua) porque hay mucho lodo (barro).  Debido a que hace varios días que no llueve el camino está bastante seco, pero en zonas de sombra el lodo (barro) puede llegarte a la cintura si no sabes pisar donde toca.  Que en mi caso ha sido más de una vez.

Que os voy a contar de toda la fauna y flora que estoy conociendo.  En cuanto a plantas hay miles de especies, y de árboles y de flores y de palmeras y arbustos.  Hay una planta que me ha cortado tres dedos con solo rozarla. Si es que aquí hay que andar con pies de plomo.  D. Diego nos va advirtiendo cuando anticipa algún peligro, pero hay veces que llega tarde…  Menos mal que de momento nada es grave.

Animales también hay una gran variedad.  Sobre todo aves, que abundan y su belleza y colorido es muy particular.  El pájaro carpintero, pero este sin cantar la famosa canción. También serpientes, de varios tamaños, venenosas e inofensivas, pero yo por si acaso las miro de lejos. Los monos que tanta gracia me hacen. Cotorras, loros y cacatúas abundan.  Cocodrilos, que no hemos visto pero si los ves es mala señal porque si se acercan es que están buscando alimento.   Los tigres tampoco se dejan ver, pero los hay, nos cuentan los indígenas que en las cabañas mas adentradas al bosque por las noches entran y se llevan a los perros para comérselos, y en ocasiones hasta se han comido a niños.  Y no es para meternos miedo, es una realidad, pero tranquila mami, que yo ya no soy un niño.

 

Todas estas camitas al sol y por los adentros de la selva nos la pegábamos porque había que visitar a los productores.  Desos que es la ONG para la que colaboro  lleva un par de años con varios proyectos de asesoramiento agrícola  y comercial a los productores de zonas aisladas de Nicaragua.  Estos indígenas hasta hace poco solamente producían para su consumo, sin tener acceso a otros productos como medicamentos, productos de higiene, alimentos diferentes a los producidos por ellos…  Con el proyecto de Desos se pretende que estas familias obtengan ingresos económicos adicionales para poder acceder a otros servicios y bienes de necesidades tan básicas como educación y sanidad.  De modo que se les está enseñando a producir frutos como el cacao o el arroz en mayor escala, así como a facilitarles los medios para poder comercializarlo, con una feria que organizamos en la ciudad de Bluefields quincenalmente, y contactos con empresas exportadoras de cacao.  Los resultados ya se están viendo, ya que algunas producciones de cacao ya están dando su “plata”.  También desde Desos se está potenciando la reforestación, ya que aquí los bosques han sido muy castigados por la mano del hombre y los huracanes, y también la agricultura silvopastoril y la producción de alimentos de forma ecológica.

 

Mi labor ha sido el acompañamiento al ingeniero agrónomo que da consejos de poda, de tratamiento de plagas, de riegos, de abonos orgánicos…  (ya me estoy poniendo mucho en estos temas)  a todos los pequeños productores.  Una vez en terreno me presentaba a los productores, y hablábamos con ellos del proyecto, de cómo iba todo, de las propuestas que tenían, de la experiencia hasta la fecha, de los inconvenientes que estaban teniendo con el proyecto…  Y una vez cogida la confianza suficiente intentaba de convencerles de la importancia que tiene el que formen una cooperativa entre todos los productores de la zona.  Por su cultura están acostumbrados a trabajar de forma individual. Lo que Desos pretende es formar una cooperativa con los productores para que tengan mas ventajas a la hora de poder comercializar sus productos, tener instalaciones comunes, conseguir mejoras en los precios del transporte de sus productos y otra serie de ventajas.  Otros compañeros míos que han estado aquí antes han estado estudiando la legislación del asociativismo y también la exposición a los productores de la misma.  Mi labor principal es la de cerrar la formación de la cooperativa de forma que sean autosuficientes y la ONG tome otros proyectos con otros beneficiarios.  Bueno y muchas mas cosas que ya os iré contando, no solo hago todo esto.

 

El trato con los productores es una experiencia única.  Les encanta hablar con el español.  Es curioso pero me llaman “el Chele”, al igual que lo hacen algunos de mis amigos.  Aquí Chele significa hombre blanco,  y casualmente mis amigos llevan llamándome así muchos años.  Así que la primera vez que me llamaron Chele dije, ¡Hostias! ¿Cómo coño saben estos como me llamo? Fue gracioso.    

Se les ve felices y se asombran de que venga alguien de tan lejos tan solo para ver como va su producción y conocer si están contentos o no con el programa.  Se sienten importantes, y se les nota en la mirada.  Todos me preguntan por las horas que me ha costado llegar desde España aquí.  Y todos se asombran de lo difícil que tiene que ser para un español pegarse toda esa caminata de horas bajo el sol y con las dificultades que conlleva cruzar la selva para visitarles a ellos en exclusividad.  Creen que solo ellos son capaces de poder moverse por estos lugares, pero no es así, que aquí uno también se ha pegado sus caminatas y sus palizas a lo largo de su vida y se ve preparado para esto y para más (bueno no para mucho más).   Algunos me preguntan que si soy militar en mi país y a mi me entra la risa.   Es divertido hablar con ellos, son bastante alegres  y bromistas, si les das pie a que bromeen contigo lo tienes mal porque no dejan de hacer bromas y de reírse del y con el español.  Para más colmo están D Diego y Erlinda que les cuentan todas las aventuras que nos pasan y los nicas se parten de risa. Hay algunos que solo con mirarte ya se están riendo, no lo entiendo pero es así, los indígenas de aquí son alegres por naturaleza y se ríen con gran facilidad.  ¡Envidiable!    Y no solo disfruto de las conversaciones con los productores, sino también con toda su familia.  Es gracioso cuando me preguntan que si de España he venido con avión o por carretera.  El avión solo lo han visto en el cielo o en algún libro.  Lo divertido es que en estas conversaciones te ofrecen algo de lo que tienen en casa, caña de azúcar, un coco abierto para que bebas su jugo, una mazorca de maíz, un jugo de naranja, un fresco (bebida que preparan a base de agua y frutos varios, pero peligroso para nuestros estómagos), un plato de arroz y frijoles, leche de sus vacas…

 

Tras varias visitas a productores acabamos la jornada, después de muchas horas de pateo en la parcela de Don Medardo, quien nos facilita la llave de una pequeña capilla que hay cerca de su casa para que pasemos allí la noche y nos ofrece cena para más tarde.   Llega el momento de la ducha.  Aquí está complicado lo de ducharse.  Yo que me quejaba de la ducha que tengo en Bluefields y añoraba la de mi casa, ahora es la de Bluefields la que añoro.  La sensación de estar todo el día sudado no la llevo muy bien.  Yo no suelo sudar mucho, de hecho cuando hago deporte con más gente no sudo la camiseta y el resto va empapado, pero aquí todo el día vamos como si nos hubieran tirado por encima un cubo de agua.  El calor es insoportable.   Y la ducha pues lo que os iba a contar, si hay un pozo cerca se saca agua y te vas lavando por partes, como hacían nuestros abuelos (cuanto me acuerdo de ellos en este viaje y de lo que me contaban de sus infancias), o bien si hay un rió cerca te metes al río y te lavas como buenamente puedes.  Hoy hay suerte y hay un riachuelo al lado de la iglesia, así que de forma rápida para que los mosquitos no se me coman vivo me pego un “rentón” y me cambio la ropa.  No se si seré capaz de volver a ponerme en la mañana la misma ropa que me acabo de quitar...

 

Nos acercamos a la casa de D Medardo a por la prometida cena.  Esta vez el plato de arroz  lleva un trozo de pollo.  La cena es muy particular.  La familia se compone por D. Medardo, su señora, sus 4 hijos y 3 hijas, y su padre de 83 años y una salud de hierro.  Con la luz de una vela y a penas sin vernos las caras la conversación va tomando diferentes rumbos, siempre salpicada de preguntas al español con referencia a la vida al otro lado del atlántico.  La señora de la casa va sacando los platos de la cena de uno en uno, con un intervalo de tiempo considerable, creo que los calentaba al fuego de uno en uno, primero se sirve a los invitados, quienes comen sin esperar a los demás ya que “dilata”(se retrasa) bastante la cocina.  Después el cabeza de familia, seguido de los hijos, del abuelo y por último de las mujeres.   La luz no da para ver lo que se come, pero esta bueno sabe bien, y lo de que es pollo me lo creo porque lo dijeron, pero realmente no sé lo que era.  Ah si, para acompañar el arroz hay plátano asado, que no es banano (lo que nosotros conocemos como plátano) sino que es un plátano sin sabor, harinoso y que se como asado o frito.

De camino a la capilla decidimos tumbarnos a la intemperie antes de acostarnos pues hay un cielo estrellado y con una luna que ilumina la selva casi tanto como su compañero el sol.  Bajo el cielo estrellado y tumbados los tres hablamos de muchas cosas.  Hay que ver lo que disfrutan estos dos nicas “platicando” conmigo y conociendo otra cultura tan diferente a la suya, pero lo que ellos no saben es que yo disfruto infinitamente más con ellos y con sus pensamientos, vivencias y formas de ver las cosas.

3 comentarios

Conchin -

En esta foto te pareces un poco a Don Diego a la semana que viene ya seras Don Jose BESOS

natalia -

me parece muy interesante todos esos proyectos que estais intentando k funcionen, espero k llegue todo a término, para ti sera una experiencia más, pero para ellos formará parte de sus vidas siempre, ENHORABUENA
UN BESO

MARGA -

HERMANO NO ERES UN NIÑO, PRO MUY DOTOR Y MUY ATREVIDO SI, ASI Q CUIDADIN!!!!!